Siempre sí, Carolina candidata
Florentino Peralta
01-10-2022
Sin la presencia del gobernador de Hidalgo Omar Fayad, ni de los exmandatarios Francisco Olvera, Miguel Osorio, Manuel Ángel Núñez y Jesús Murillo, este último con severos problemas de salud, Carolina Viggiano solicitó ya ser precandidata.
Seguramente existirá la dispensa que al no tratarse de una ceremonia dentro de la liturgia priista, sino en el feudo panista a consecuencia de una triangulación, fue que ninguno de los anteriores aparecieron para brindarle su acompañamiento.
No sería la primera vez que una abanderada tricolor atraviesa por una situación similar, guardada la proporción, como los casos de Anel Torres Biñuelo la primera vez que quiso ser alcaldesa de Ixmiquilpan y Adela Pérez Espinoza en Huejutla.
Luego de una intensa y frontal batalla al interior del PRI, que escaló como actores al presidente nacional de ese partido, Alejandro Moreno “Alito” y al gobernador de Hidalgo Omar Fayad, la postulación se definió en un hecho sin precedentes.
Carolina Viggiano realizó acuerdos con las dirigencias nacionales y estatales del PAN y PRD para construir la coalición Va por Hidalgo al gobierno local y quedarse con la candidatura a través del blanquiazul, partido donde recayó la postulación.
En el camino se quedaron el alcalde de Mineral de la Reforma, Israel Félix Soto y la senadora Nuvia Mayorga Delgado, reconocidos por “Alito” como aspirantes, no así Jorge Márquez que aunque levantó la mano, no resultó mencionado ayer.
Ninguno de los aludidos, al menos al cierre de esta columna, felicitó a la futura candidata a gobernadora, aunque Márquez fue el único que retuiteó publicaciones del presidente estatal del PRI, Julio Manuel Valera quien prometió cerrar filas.
Aunque la última vez que este dirigente solicitó unidad, por ejemplo en noviembre pasado, inmediatamente vinieron contraposiciones en medios de comunicación hasta llegar al enfrentamiento entre “Alito” y Fayad, que según fue ya zanjado.
¿CON MELÓN O CON SANDÍA?
Los priistas hidalguenses, tanto de élite como de la masa burocrática, tendrán que definir sin simulaciones si apoyan el proyecto de Carolina Viggiano, al menos por sobrevivencia laboral, aunque conscientes que deberán compartir espacios con panistas y perredistas, o volcarse hacia Morena con el expriista Julio Menchaca con quien quizá exista menos persecución, pero donde igualmente las posiciones están ya muy comprometidas. El PRI contará con una candidata que aunque llega pintada de azul, maneja leguaje partidista y un discurso más potente. Si los que todavía faltan le levantan la mano, Morena tendría entonces que preocuparse.
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