Morena y aliados, camino empedrado
Florentino Peralta
02-06-2023
El ánimo electoral anda exacerbado, por ejemplo, en Movimiento Regeneración Nacional (Morena) con sus aspirantes a la candidatura presidencial y sus respectivas huestes en Hidalgo, que lejos de abonar solo desacreditan.
Más allá de esa pirotecnia, el partido en el poder necesita ponerse serio ante la renovación de los 84 ayuntamientos, dos senadurías, 18 diputaciones locales de mayoría relativa y siete diputaciones federales por la misma vía.
Repetir la unión entre Morena, Nueva Alianza y Partido del Trabajo (PT), así como el Verde Ecologista (PVEM), que se bajó a la mera hora en la contienda por la gubernatura, estaría supeditada nuevamente a candidatura común.
Nueva Alianza, dirigido en Hidalgo por Sergio Hernández, establece que para encarar juntos la renovación de ayuntamientos, por ejemplo, tendría que ser mediante candidatura común y no coalición, igual que en la gubernatura.
Eso implica acatar el código electoral, que limita esa figura a un tercio de las postulaciones, es decir, con la legislación vigente “el juntos, pero no revueltos” aplicaría en 28 de 84 municipios y tendrían que irse solos en 56.
Acto seguido, definir el reparto de esos 28 municipios, decidir qué partido encabezaría la candidatura común en qué demarcación y someter a consenso sus perfiles, que deberán garantizar primero unidad y luego triunfo.
Y en esta rebatinga, el partido identificado mayormente con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) pide 30 por ciento de las postulaciones, de esas 28 que serían comunes, y aún falta el factor género.
Así que, con las condiciones legales vigentes, el camino luce empedrado y hay que recordar que, en las municipales de 2020, Morena ganó apenas seis alcaldías en solitario, aunque ahora, en 2024, será elección concurrente.
DISCIPLINA Y LIDERAZGO
Para consolidar un ejercicio de este tipo, donde implica dejar al margen a muchos y muchas aspirantes, lo primero que se necesita es disciplina, de lo cual carece Morena, y liderazgo, precisamente de lo que adolece su presidente estatal, Marco Antonio Rico Mercado. Según militantes de ese heterogéneo movimiento, que no termina de cuajar como instituto político, son decenas de merecedores en cada demarcación, que asumen, como en el PRI de antaño, lo difícil es la interna, pues la constitucional se da en automático, pensamiento que lo condujo al fracaso.
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