Renuncian diputados al PRI, ¿importa?
Florentino Peralta
06-20-2023
Para que alguien note tu ausencia debiste hacerte el indispensable, al menos visible, y las y los integrantes de la ahora extinta fracción legislativa del Partido Revolucionario Institucional PRI en Hidalgo pasaban ya desapercibidos.
Ninguno de los ocho que anunciaron su renuncia al agónico partido tricolor tiene representación importante, es más, ni decisión propia, pues esperaron las señales del exgobernador Omar Fayad para decirse cansados de las arbitrariedades.
En una acción retardada, esta mañana hicieron un recuento de los atropellos, dijeron, que la dirigencia nacional del PRI, cuya secretaria general es la hidalguense Carolina Viggiano, ha cometido contra su grupo político.
Aunque en el Congreso del Estado tampoco desempeñaron su papel como opositores, más bien buscan ser comparsas, basta recordar a Alejandro Enciso que más menos dijo que las iniciativas del gobernador morenista llevarían mano.
Lo único memorable de este grupo, que ahora se dice plural independiente, son sus excursiones a Acaxochitlán, guiados por Rocío Sosa, y a Metztitlán, con Marcia Torres como anfitriona, de ahí en fuera, nada de política de altura.
En la campaña a la gubernatura de Hidalgo, en 2022, Julio Valera Piedras siempre fue señalado de remar en otra dirección y en cuanto a Juan de Dios Pontigo, es gracioso escucharlo quejarse cuando es hechura de Carolina Viggiano.
De Michelle Calderón, Erika Rodríguez y Citlali Jaramillo no hay mucho qué decir, solo que, en suma, los ocho buscarán colocar sus votos con el mejor postor y no hay muchos compradores, solo el hegemónico Morena, que no los necesita.
Durante el pasado fin de semana, el exgobernador Omar Fayad anunció en diferentes entrevistas radiofónicas una sorpresa, es de entenderse que se trataba de la renuncia anunciada hoy por las y los legisladores, solo a su militancia.
ANECDÓTICO
El viernes 16 de junio, Alejandro Reyes publicó en Milenio Hidalgo una entrevista con Omar Fayad, donde el exmandatario anunció que, tras su renuncia al PRI, se esperaba una desbandada y que su grupo político le había ya manifestado su apoyo. No deja de ser anecdótico que el otrora poderoso se quede sin fracción legislativa local, pero la realidad es que tampoco brillaban mucho y abandonar un barco hundido tampoco es meritorio, pues “heroico” sería si el partido político en cuestión tiene fortaleza y entonces sí, una dimisión representaría un desafío.
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