Caso Abril: revictimización y cerrazón
- Redacción
- 9 jun
- 2 Min. de lectura
Agenda Setting 363
Florentino Peralta
06-09-2025
La buena noticia es que Abril Farías apareció pronto, sana y salva, según la versión oficial. La mala es que nuevamente las autoridades estatales, ahora el subsecretario de C5i, Israel Zaragoza Rico, insisten en revictimizarla.
En alusión a la palabra favorita del secretario de Gobierno en Hidalgo, Guillermo Olivares Reyna, “pareciera” que hay un especial interés de las autoridades estatales para denostar el caso de la menor de 12 años y “su pareja”.
Cuando se anuncia la localización de la menor y su acompañante, el subsecretario del Centro de Control, Comando, Comunicaciones, Cómputo, Coordinación e Inteligencia (C5i), insiste que no se identificó coacción alguna contra Abril.
Lo anterior, en un reiterado intento por minimizar el caso de la menor que salió de su casa el 4 de junio, junto con Luis Alberto Burgos de 16 años de edad, que fue reportada como desaparecida por sus familiares y apareció en Puebla.
Anteriormente, el secretario de Gobierno, Guillermo Olivares Reyna, declaró que la menor, de solamente 12 años de edad, era buscada ya, pero que salió en compañía de “su pareja”, dicho que vulnera el interés superior de la niñez.
Esa declaración, “pareciera” que fue un reto para las organizaciones defensoras de derechos humanos, como Servicios de Inclusión Integral y Derechos Humanos A.C. (SEIINAC), que había ya acusado un lenguaje estatal revictimizante.
La Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo (SSPH) emitió un boletín el 5 de junio, en el marco de un bloqueo carretero para exigir la localización de la menor, donde considera “importante” que Abril se ausentó “por voluntad propia”.
Aunque estas autoridades no hayan visto coacción contra la adolescente, el caso podría encuadrar en sustracción y existe la obligación del Estado para emprender la búsqueda de cualquier caso reportado como no localización.
La actitud triunfalista de estos funcionarios, por la pronta recuperación de la menor, no les lava la cara ante sus faltas cometidas, pues resulta evidente que para ellos no existe falla en su postura y que el resultado les da la razón.
CERRAZÓN
Es preocupante la cerrazón de las autoridades mencionadas y el silencio cómplice de las activistas que cuidan así su permanencia en la nómina estatal, como la subsecretaria de Desarrollo Político, Bertha Miranda, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH), Ana Karen Parra o la diputada local de Morena, Tania Meza, quienes deberían explicarle a sus correligionarios que coacción no son jaloneos, únicamente, también la persuasión psicológica y que la diferencia de cuatro años, a esa edad, es alevosa.
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