Agenda Setting 316
Florentino Peralta
08-13-2024
El grueso de la sociedad, incluso más allá de la hidalguense, exige pena máxima para Cristian Emmanuel “N”, por atacar arteramente a machetazos a “Jefazo” y causarle posteriormente la muerte. Serían seis años de cárcel para el tipejo.
Otorgarle dicha pena máxima evitaría que fuera conmutativa, es decir, tendría que cumplir un sexenio encarcelado, pues no podría intercambiarla por trabajo comunitario o alguna compensación económica, según el Código vigente.
Activistas afirman que la muerte del perrito “Jefazo” no será en vano, que su caso representará un parteaguas en torno al maltrato animal y el castigo para quienes normalizan su ejercicio o complicidad, bajo aquello de “sólo es un perro”.
El imputado alega ahora “defensa propia”, pero al igual que quien atropella a otra persona y se da a la fuga, la agravante para Cristian Emmanuel “N” es haber dejado que “Jefazo” se desangrara en la banqueta con la columna expuesta.
Luego de atacarlo a machetazos y echarlo de su casa, a donde el perrito en situación de abandono ingresó en busca de comida, el agresor intimidó a las y los vecinos que se percataron del hecho, quienes pidieron ayuda para “Jefazo”.
La activista Vannia Castillo acudió al lugar, denunció lo ocurrido en redes sociales e inició la carpeta de investigación correspondiente, desgraciadamente, pese al esfuerzo del equipo veterinario, a donde fue trasladado, “Jefazo” murió.
Así pues, debido al sufrimiento y agonía que Cristian Emmanuel “N” le provocó al infortunado perrito, la jueza Karina Vértiz Marín está en posibilidades de hacer lo correcto y otorgarle la pena máxima para convertirlo en un castigo ejemplar.
Este sujeto sería la primera persona acusada por este tipo de delito que no alcanzaría una pena conmutativa, todo depende de la voluntad del Poder Judicial de Hidalgo, que de paso le serviría para enmendar su maltrecha imagen.
Habrá que considerar también sanciones para los policías de Mineral de la Reforma que, a bordo de la patrulla con placas HG-165A-8, acudieron al número 26 de la calle Central en la colonia Guadalupe Minerva y no intervinieron.
Igualmente habría que buscar a las personas que abandonaron al perrito, bautizado como “Jefazo” por Vannia Castillo cuando acudió en su auxilio, pues dejarlo a su suerte también es una forma de maltrato bastante recurrente.
Hace 19 años, en la LVIII Legislatura del Congreso del Estado fue aprobada una iniciativa presentada por el entonces diputado panista, Jorge Alfredo Moctezuma Aranda denominada Ley de protección a los animales en Hidalgo.
Establecía que el Ejecutivo y los municipios aplicaran la ley y constituyeran comités de zoonosis y albergues, además de suprimir el exterminio total de perros callejeros y se regularan los rastros con calificación TIF, entre otros.
Para la LXII Legislatura del Congreso del Estado de Hidalgo, presidida por el priista Ernesto Gil Elorduy, el también panista Guillermo Galland Guerrero retomó el asunto y consiguió que la sanción para estos agresores fuera del tipo penal.
A lo largo de casi dos décadas, muchas han sido las modificaciones, incluso intento de derogaciones del articulado, hasta que actualmente indica penas de cárcel a partir de seis meses y multas, pero aquí se busca que la jueza haga historia.
HOMICIDA POTENCIAL
En varios casos, que involucran incluso feminicidios de menores, el Poder Judicial de Hidalgo ha decepcionado a la sociedad por negar la pena máxima para los victimarios. En torno al caso “Jefazo”, no han faltado los comentarios que cuestionan la indignación generalizada, pues “sólo es un perro”, pero quienes piensan así, seguramente desconocen que quien maltrata animales es homicida potencial, que tras ultimar a un canino, sigue con menores, ancianos y adultos, de ahí la importancia que en un mes, Cristian Emmanuel “N”, quien es guardia de seguridad, no sólo sea declarado culpable, sino que alcance pena máxima.
CONOCE LA HISTORIA EN: AGRESOR DE “JEFAZO” ES VINCULADO A PROCESO Y SE QUEDA EN LA CÁRCEL
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