Agenda Setting 329
Florentino Peralta
10-09-2024
La división cupular en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) no puede cubrirse con el pálido maquillaje que utilizan algunos operadores del secretario general, Said Vargas Sáenz, copartícipe en esta “guerra fría”.
Hace unos meses, el periodista José Raquel Medécigo dio a conocer la supuesta ruptura del actual dirigente del sindicato magisterial con sus antecesores, Francisco Sinuhé Ramírez Oviedo y Sergio Hernández Hernández.
El tema ha sido retomado en diferentes medios de comunicación. Said Vargas ha negado dicha confrontación, mientras que Ramírez, ahora alcalde de Zempoala, y Hernández, dirigente de Nueva Alianza, no se han pronunciado.
Sin embargo, según integrantes de la Sección 15 del SNTE en Hidalgo, el distanciamiento entre Said Vargas y “quienes lo llevaron al cargo” es visible, pues el actual dirigente magisterial siembra mensajes para declarar su “autonomía”.
Un sector del gremio se siente relegado y acusa ser “víctima” de las decisiones tomadas por su dirigente sindical, en aras de desmarcarse, tal como hizo su antecesor Luis Enrique Morales Acosta, quien no pudo siquiera dejar sucesor.
La influencia que ha amasado Francisco Sinuhé Ramírez Oviedo al interior del SNTE en Hidalgo, desde que rompió con el grupo de Moisés Jiménez Sánchez, en tiempos de José Francisco Olvera Ruiz como gobernador, continúa.
Ahora, todo parece reducirse a que Said Vargas Sáenz, quien fue apoyado por el grupo de Ramírez Oviedo para poder derrotar a Julio Mayorga, candidato del dirigente saliente Luis Enrique Morales, reclama “su mayoría de edad”.
Solamente que, en ese trance, quienes han quedado en medio son las y los profesores, que han sido etiquetados y se les han negado gestiones o solicitado los espacios, para clarificar que “quien decide se llama Said”.
RUDEZA INNECESARIA
La falta de oficio político, por parte de Said Vargas Sáenz, ha quedado manifiesta por esa rudeza innecesaria, pues cuando falta la mitad de su gestión, ha generado ya un clima de confrontación con el grupo que en la última década ha dominado la Sección 15 del SNTE, el misma que lo llevó al cargo, y cuyo silencio es también una respuesta. Además, perfiles que llegaron al Comité Ejecutivo a invitación del dirigente, han preferido ya poner distancia para no soportar sus aspavientos. Dirá que no hay problema, pero de seguir así, repetiría la historia de Luis Enrique Morales Acosta.
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