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Agenda Setting 123

Políticamente incorrecto

Florentino Peralta


01-04-2021


Al que le llueve sobre mojado, producto de su torpeza política, es al novel alcalde de Pachuca, Sergio Baños Rubio, quien deberá identificar la diferencia entre servirse de la administración pública y desempeñarse como servidor público.


Y como forma es fondo, tendrá también que añadir a su glosario algunos términos, como cesar en lugar de correr, puesto que esa visión patronal es políticamente incorrecta, toda vez que los trabajadores del ayuntamiento no son sus lacayos.


Si ninguno de sus colaboradores, a los que asume empleados, le va a plantar cara y hacer ver que sus ocurrencias van por mal camino, esta película ya la vimos con otro egresado de la Coparmex metido a priista de última hora, sin formación.


Más cuando, cierto o no, en los pasillos de la Casa Rule corre ya la especie que a partir de este mes iniciará un recorte de personal equivalente a 30 por ciento del total de los trabajadores donde los más vulnerables son los de confianza.


Para recapitular brevemente, hizo lo que ningún otro, ordenó pirotecnia para enmarcar su ascensión, sin previo aviso trasladó el albergue para personas en condición de calle y con tan mala suerte, una de ellas murió en el interior del lugar.


Es acusado por activistas de desmantelar un lactario-ludoteca y qué decir de los cambios al gabinete municipal, seguramente los más rápidos en la historia de la administración pública por ignorar la paridad de género, promovida por el PRI.


Siempre reactivo, modificó y varios de sus funcionarios iniciales duraron menos de una semana para dar paso a mujeres, aunque no se trata de cantidad de “féminas” en cargos públicos, sino del poder de decisión que puedan llegar a ejercer.


Ya se verá cómo impactan estas ocurrencias del alcalde entre el electorado de cara a la renovación de diputaciones federales y locales, que a partir de este lunes provocará efervescencia en el seno priista con el registro de aspirantes.


¿TODAS LAS MEDIDAS?

En otros desatinos, las instalaciones del C3 destacaron en 2020, pero por mugrosas: tapetes con tierra en lugar de sanitizante; lápices de uso común entre quienes presentan examen psicológico. Del polígrafo, bueno, las coderas donde se colocan las manos en posición horizontal están sucias, sin una servilleta para evitar posibles contagios de COVID-19 y en un salón sin ventilación hacen caber una veintena de personas de todos los municipios de la entidad. Y en junto con pegado, otra que pone mal ejemplo es Mirna Hernández: aplica la de entrar por separado al supermercado para juntarse dentro con sus acompañantes.


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