La Feria del Libro

Osteoporosis

José Raquel Badillo Medécigo

(Seudohumorista)

09-11-2025

Fui a la Feria del Libro con dos propósitos: comprar algunos textos y escuchar la disertación sobre “El derecho en el ejido” impartida por el legislador, Andrés Velázquez Vázquez.

Después de la exposición hecha por el diputado, abrió un espacio para las preguntas del público. Admito que me porté como un fariseo, pues no desaproveché para exponer mi duda respecto a la situación legal que enfrenta el senador, Gerardo Fernández Noroña, respecto a su polémica casa en Tepoztlán, Morelos.

Al término de ese evento, recorrí todos los estands con el deseo de comprar y aumentar el acervo cultural con algunos textos que ahí se exponen y que se encuentran a un precio especial. Sin embargo, salí con las manos vacías, no por falta de dinero, sino porque encontré razones válidas para no adquirirlos.

Éstos son los libros que, por una u otra razón, no pude o, mejor dicho, no quise comprar. Expongo los motivos:

EL HOMBRE MEDIOCRE del autor José Ingenieros. - Relata la mediocridad de un presidente, obviamente esta obra no lo refiere por su nombre, pero José Ingenieros le dedica gran parte de su crítica a un presidente, me lo explicó así el vendedor. Me pregunté para qué comprar un libro que critica al sexenio pasado. No lo creí conveniente y desistí.

LOS MISERABLES del autor Víctor Hugo. - Justamente, hace unos días el Senado tuvo un bochornoso escenario a nivel mundial: la deplorable actitud, tanto del senador, Alejandro Moreno, como la de Gerardo Fernández Noroña. Bien por Víctor Hugo que es un escritor, me imagino, de gran talante que aborda temas de actualidad y en menos de una semana logró plasmar en sus páginas ¡la vida de estos dos senadores! Sin embargo, rechacé esta oferta porque todo el show mediático ya lo había visto en las redes sociales.

CRIMEN Y CASTIGO del autor Fiódor Dostoievski. - Definitivamente, esta obra es de ciencia ficción. Su autor pretende posicionar lo que dicta la ley. Sin embargo, la realidad dista mucho de lo que ahí se plantea. Cómo es posible hablar del crimen y castigo, cuando vemos que la impunidad priva en la mayoría de los crímenes.

LA MUERTE TIENE PERMISO del autor Edmundo Valadés. - ¡Qué descaro! Que mensaje tan crudo y cruel se manda a la sociedad. Seguramente es un texto patrocinado por la delincuencia organizada para atemorizar a la población. No me atreví a adquirirlo, tal vez hice un juicio prematuro y sea un libro de protesta que señala la política fallida que tanto auge y difusión se hizo para mirar a otro lado, mientras se daban abrazos y no balazos.

Estaba dubitativo entre adquirirlo o no… ¡En eso, llegó un joven y me lo ganó!

PIENSE Y HÁGASE RICO del autor Napoleón Hill. - Este libro me lo ofreció el vendedor, afortunadamente le pregunté si en el libro venían imágenes o fotografías. El dependiente lo negó categóricamente. Y fue en ese entonces que utilicé mi poder intuitivo… ¿pensar y hacerse rico?

¡Ah, pues seguramente era un manual completo de onanismo y ya no soy ningún puberto!

LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE ERNESTO del autor Oscar Wilde. - ¿Para qué comprar un libro así? Para empezar, yo no me llamo Ernesto, sino José Raquel. ¡Que lo adquieran quienes se llamen así y sepan las bondades de su apelativo!

REBELIÓN EN LA GRANJA del autor George Orwell. - Si de fábulas se trata, prefiero las de Esopo. El vendedor me dijo que es una fábula donde los animales hacen revolución. Más no lo compré porque según el estilo de Esopo, los burros son llevados al poder y luego desde ahí tiran patadas. Y en efecto, el vendedor me explicó que era una parodia de la Unión Soviética.