Semot: “mátenlos y después veriguan”
Florentino Peralta
11-21-2022
“Mátenlos y después veriguan”, frase revolucionaria atribuida a Pancho Villa bien podría aplicarse como analogía a lo que pasa con el nuevo gobierno de Hidalgo, donde primero corren al personal y luego buscan con quién sustituirlo.
Lo más risible es que varios de esos sustitutos no cumplen con el perfil, es más, ni siquiera con los requisitos legales mínimo indispensables, como ostentar título y cédula profesional, por lo que recurren a malabares para justificarlos.
En dependencias como Radio y Televisión de Hidalgo sostienen a sus nuevos funcionarios, sin formación académica, mientras que en la Secretaría de Movilidad y Transporte (Semot) al menos dos direcciones continúan acéfalas.
A la secretaria Lyzbeth Robles Gutiérrez se le hizo fácil solicitar sus renuncias a los directores de Planeación, de Finanzas y de Operación sin tener listos sus relevos, donde los únicos que pagan estos desatinos son los usuarios.
Uno de los impedimentos para presentar a los sucesores es precisamente su falta de título o perfil, pero qué se puede pedir si la propia secretaria no tiene antecedentes en materia de transporte; es abogada y trabajaba en el Senado.
Si la intención es que ponga en orden temas legales, como la concesión del Tuzobús para que dejen de recurrir a operadores temporales, pues quizá, pero para eso existe una dirección general Jurídica, a menos que no funcione.
El tema del transporte es uno de los más álgidos, pues administración tras administración ha sido politizado y parte de su mal funcionamiento incluso fue con toda intención gubernamental para propiciar paraderos de corrupción.
En estos ya casi tres meses de administración la programación del Tuzobús no se cumple, pues circula 80 por ciento del parque vehicular, mientras que la ruta Téllez-Hospitales no es rentable, transitan todos, pero con subdemanda.
Sin importar éste y muchos otros problemas, la dirección de Operación estuvo acéfala un mes, pues apenas el miércoles pasado arribó Miguel Ángel Monzalvo, quien estuvo ya en el cargo con Francisco Olvera y cuya cédula no aparece.
Con todo y el mal servicio, reflejado en las constantes quejas contra las unidades alimentadoras, la aceptación ciudadana en la zona metropolitana de Pachuca hacia el Tuzobús pasó de 4.5 por ciento en 2016 a 7.9 puntos en 2022.
SIEMPRE CAÓTICO
Así pues, mientras el transporte se considera siempre una bomba de tiempo, en la gestión de Robles Gutiérrez prevalecen las vacantes y no se descarta que el caos se incremente para llegar al punto paternalista de que el Estado se haga cargo del servicio, como en la CDMX con los RTP, que, por cierto, constituye su caja chica. Otro punto alarmante es que una “estrategia” del actual gobierno es no contabilizar los incidentes donde participen unidades de alquiler con la idea tramposa de decir que desde que llegó la transformación todo lo malo se ha erradicado, pero aquello que no se mide no puede mejorarse, ¿no?
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