Ayuntamiento patidifuso
Florentino Peralta
12-17-2018
Desde el origen y en cada pulsación, el ayuntamiento que encabeza Yolanda Tellería Beltrán ha enfrentado erráticamente la desaparición y muerte de Olayet Cabrera Carranco, empleada municipal sustraída el 29 de junio pasado mientras transportaba más de 300 mil pesos en efectivo para elaborar la nómina.
La política de comunicación implementada para este caso fue la evasión, la transferencia de responsabilidades hacia otros entes, las declaraciones a medias, las verdades a cuenta gotas, así como la criminalización de la víctima a través del discurso de algunos funcionarios municipales y de la propia presidenta.
Aquel viernes de la desaparición, el Coordinador Administrativo de la Tesorería tardó seis horas en reportar la ausencia de Cabrera Carranco ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH), dependencia que dilató 53 días en confirmar el hallazgo e identidad del cuerpo correspondiente.
En el camino, el secretario de Seguridad Pública y Tránsito de Pachuca, Rafael Hernández Gutiérrez criminalizó a la víctima con sus declaraciones al atribuirle responsabilidad sobre su propia muerte, discurso reforzado por la alcaldesa, quien en varias entrevistas excusó que la trabajadora había modificado su ruta.
Llevar a cabo esa campaña, donde la presidenta narraba su visión de los hechos resultó contraproducente, además de tardía, toda vez que evidenciaba su nerviosismo al abordar el tema y la dificultad que le representaba creer cada una de las palabras que pronunciaba en su flaco intento por deslindarse.
La Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH) señaló a la alcaldía capitalina como responsable de la desaparición de la trabajadora porque la puso en situación de riesgo al asignarle una actividad peligrosa, aquello de acudir sola, sistemáticamente, por el dinero sin garantizar su seguridad.
El órgano desconcentrado emitió la recomendación R-VG-0004-18 contra el ayuntamiento de Pachuca por vulnerar los derechos a preservar la vida humana y la seguridad e higiene en el trabajo. Al día siguiente Tellería Beltrán volvió a confiar en la política de aislamiento mediático y evitó dar declaraciones.
Los vacíos de información han generado en consecuencia especulaciones de toda índole, alentadas en gran medida por operadores del ayuntamiento, por lo tanto, no se descarta la construcción de otra especie que pase de responsabilizar a incriminar a la agraviada en su propio deceso al sugerir alguna complicidad.
EL ESTRATEGA
El destino de Olayet Cabrera Carranco quedó marcado dentro de la administración de Yolanda Tellería Beltrán desde que la entonces secretaria particular, Wendy Escamilla ordenó que la dieran de baja del Despacho por no resultar de su agrado. Luego la dieron de alta en la Tesorería municipal, donde la encargaron de transportar cada 15 días cientos de miles de pesos en la mano por las calles del primer cuadro de Pachuca. Tras la recomendación emitida por la CDHEH la alcaldesa reincidió en equivocación mediática, asesorada por uno de sus más cercanos colaboradores de nombre Jesús Portillo, escapó de los representantes de los medios de comunicación para no pronunciarse, tal como inició esto, incluso se afirma que ni siquiera han cambiado la manera de trasladar el dinero.
*Esta columna entrará en receso para volver en 2019.
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