Tragedia nacional
Florentino Peralta
01-21-2019
La desarticulada estrategia contra el robo de hidrocarburo y la normalización de este delito detonaron la tragedia: al menos 79 muertos y 81 heridos al explotar la gasolina que brotaba de un ducto de Petróleos Mexicanos en la comunidad San Primitivo del municipio de Tlahuelilpan, ubicado en la región Tula-Tepeji.
Centenares de hombres, mujeres y niños se abastecían, hasta se bañaban en el combustible que escapaba por las perforaciones provocadas, y que alcanzó hasta siete metros de altura, durante al menos dos horas antes de que se produjera el estallido, lapso en que los soldados solamente los observaban.
Días antes se dio a conocer el arribo de 400 militares, así como 150 policías federales a la región. Sin embargo, autoridades municipales afirman que no establecieron coordinación alguna con ellos. Y en el lugar del siniestro estaban solo 25 militares que nunca hicieron por impedir el paso de la gente.
El centro de la tragedia es conocido como un punto de ordeña de combustible que autoridades federales, estatales y municipales tienen identificado como una vieja toma clandestina, es decir, un sitio que debió vigilarse antes, durante y después de la reapertura del ducto cerrado anteriormente por estrategia.
La zona militar asentada en Hidalgo había advertido ya meses atrás, que el problema de la compra-venta de combustible ilegal radica en que para gran parte de la población no constituye (no es percibido como) un delito, por lo tanto, los compradores emanan de distintas y numerosas capas de la sociedad.
El tráfico de gasolina se ha introducido en las poblaciones rurales y ha hecho partícipe a los habitantes, que ante la falta de oportunidades y la indiferencia de las autoridades, así como las complacencias legales han normalizado esta actividad, que reporta más ganancias que la comercialización de enervantes.
Así, luego de varios días de mantener en sequía el ducto que atraviesa una población donde es sabido que la ordeña de gasolina constituye parte de la actividad económica, fue puesto en funcionamiento nuevamente sin considerar que la población se desbordaría sin medir consecuencia alguna.
ESTRATEGIAS
El combate al huachicol continuará, así lo advirtió el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Agregó que la tragedia ocurrida no detendrá esta lucha. Sin embargo, en esta etapa de prueba-error por la que atraviesan sus estrategias, además de cerrar los ductos de Petróleos Mexicanos para evitar robos, y de paso generar escasez, debió trabajar en la socialización del problema, en cambiar la percepción de quienes compran, de aquellos que afirman no se trata de un delito porque solamente están tomando algo que les pertenece, y en solicitar la pronta aprobación de castigos ejemplares para inhibir la impunidad.
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