La marcha que no fue
Florentino Peralta
05-13-2019
El presidente Andrés Manuel López Obrador continúa con la advertencia que, de comprobarse actos ilícitos por parte de autoridades de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo se va a actuar, sea quien sea, pues no tolerará corrupción o impunidad mientras alude cacicazgos, pero sin mencionar nombre alguno.
Así se había pronunciado ya anteriormente y lo reiteró la semana pasada, cuando acudió a Hidalgo para inaugurar el centro tecnológico de video vigilancia C5i, al tiempo que el presidente del Patronato universitario, Gerardo Sosa Castelán y el rector, Adolfo Pontigo Loyola encabezaban un mitin en Plaza Juárez.
Durante aquel mensaje a integrantes de la comunidad universitaria, el ex priista pidió al mandatario nacional, a la distancia, tenerles confianza, como ellos se la tuvieron a él. En 2018 el Grupo Universidad sumó su capital al movimiento de López Obrador, del que obtuvo numerosas candidaturas a diputaciones.
Pero según parece, el tabasqueño evita ahora cualquier acercamiento con Sosa Castelán, toda vez que habría comisionado a funcionarios de la Secretaría de Gobernación para indicarle que desviara el recorrido de la marcha universitaria, programado originalmente de la escuela preparatoria número 1 hasta el C5i.
La pretensión era que 30 mil docentes, estudiantes y padres de familia caminaran hasta el lugar donde se encontraba López Obrador para solicitarle que descongele las cuentas bancarias universitarias, pero se desviaron hacia Plaza Juárez donde anunciaron que conformarían una comisión para poder apersonarse.
Esa comisión fue encabezada por el rector Pontigo Loyola, que llegó a bordo de una gigantesca camioneta, y no marchando, ya que nuevamente los interlocutores de Gobernación habrían insistido que el Presidente del patronato no sería atendido, que no estaba en el ánimo del primer mandatario recibirle su petición.
BLOQUEADOS
La movilización pretendía recorrer 14.6 kilómetros y congregar 30 mil asistentes, pero solo avanzó algunas cuadras y reunió escasamente un tercio de la multitud esperada. López Obrador no recibió solicitud alguna, pero pidió a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero que le allegara toda la información del caso. Las cuentas han sido desbloqueadas de a poco y Sosa Castelán responsabiliza a la Unidad de Inteligencia Financiera de atentar contra la UAEH, ya que si fuera contra él, afirma, nada más fácil que mandarlo detener. En tanto, la investigación financiera representa el camino para excluirlo del manto presidencial.
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