¡Ah, qué banquetazo!

Osteoporosis

José Raquel Badillo Medécigo (Seudohumorista)

(05-01-2025)

Dicen que en cierto municipio investigan el pago exorbitante de dos cenas. Nunca creí darle la razón -y menos públicamente- al entonces presidente López Obrador, cuando se refería a los saqueadores: “No tienen llenadera”, pero le faltó decir: “Ni cenando dos veces”.

Lamentablemente, no sabemos dónde ocurrió ni en qué administración fue, pero sí tenemos un audio de esa transa-acción.

Señor alcalde, aquí está su amigo, el proveedor de la cena.

• Hágalo pasar.

• Hola amigo, te voy a ofrecer un platillo muy RICO.

• ¡Cuidado! Esa palabra anda pesada últimamente. Mejor di que será sabrosísimo.

• Es lo mismo, ¿o no?

• No. Rico es una palabra incómoda… Bueno, te daré la adjudicación directa para que tú elabores la cena, prepara un platillo de chilaquiles verdes, pero que en el menú diga Budín Azteca. Una jarra de clericot con agua mineral… de Mineral de la Reforma. De postre gelatina de anis, para dar la sensación de que privilegiamos la transparencia. Que se perciba la pobreza franciscana.

¡Recuerda, lo que sobre será para llevar…!

• Entonces, ¿llevo envases de unicel o recipientes plástico-desechables?

• No, amigo, no me entendiste. Lo que sobre es para llevar y me lo transfieres a mi cuenta ja ja ja.

• ¡Ah, casi lo olvido, quiero que los policías se chupen los dedos!

• Checo, amigo, checo, incluiré alitas a la BBQ ¡estarán deliciosas…!

• Jajajaja, no me volviste a entender… quiero que omitas las servilletas para reducir el costo y ellos tengan la oportunidad de chuparse los dedos. ¡No sé por qué no se me ocurrió antes! Hacer más banquetes en vez de banquetas, deja más utilidad.

• Y no olvides contratar a un violinista. Quiero escuchar el tema de Roberto Livi & Rafael Ferro.

• ¡Ah! Ese tema clásico que dice: ¡Cómo han pesado los baños! Perdón, quise decir: “Cómo han pasado los años”, Jajaja.

Epílogo:

El menú, sin duda, fue un “Gran  banquetazo”. No se sabe si hubo costillas, pero sí hay la seguridad que fueron a costillas del pueblo.

¿Hubo vino? Tampoco se sabe, lo único cierto es que ese alcalde vino a otra cosa, menos a servir…

¿Que en vez de gelatina sirvieron flan? Pues al parecer sí… todo fue un flan con maña.

Ojalá que el exalcalde conozca las dos acepciones de “Banquetazo”.

La primera acepción, como ha trascendido, le permitió degustar manjares cargados al presupuesto y lo que sobró lo pidió para llevar…

La otra acepción, que le falta conocer, es sin duda ese banquetazo, que hoy en día es muy recurrente verlos, sea porque van distraídos con el celular o porque las banquetas tienen relieves a desnivel.

Hay quienes auguran que dicho exalcalde se dio un banquetazo… - así en cámara lenta- ¡y está por caer en una casona ubicada en el bulevar Minero!

(Aquiles O. Primo)