¡Usted no es Rubio!

Osteoporosis

José Raquel Badillo Medécigo

(Seudohumorista)

09-18-2025

Aquel día, Sherlock Holmes tocaba plácidamente su violín. Era su manera de relajarse, pues en otras ocasiones, allá en Londres, recurría a la cocaína con fines recreativos. La melodía que ejecutaba nunca la había escuchado. Más tarde me confió que se trataba de una pieza mexicana titulada “La abeja miope”.

De pronto, Holmes hizo una pausa y le preguntó a “Alexa”:

—Alexa, ¿cuántos minutos faltan para mi reunión con Omar Garza Harfuchi?

—Faltan 17 minutos —respondió la asistente virtual con su voz neutra.

Holmes me indicó que pusiera agua a calentar para el té. Guardó el violín y, mientras rellenaba su pipa de tabaco, aguardamos. Minutos más tarde, sonaron unos toquidos en la puerta de acceso. Yo me disponía a abrir, pero Sherlock, con un gesto, me indicó que él mismo lo haría.

—¡Pásale, colega y amigo Omar! —exclamó Holmes.

Me dirigí a la cocina por la tetera, las tazas y, desde luego, los sobres de infusión.

—Gracias, Sherlock —respondió el sabueso mexicano.—. Figúrate que hemos atrapado, con ayuda del presidente Peña, al líder de “La Barredora”.

Intrigado, quise integrarme a la conversación:

—Pues vaya que los presidentes “Peñas” son mejores que los “López”.

—¿Te refieres a los yerros cometidos por los López de Santana, López Mateos, López Portillo y López Obrador? —replicó Omar.

Holmes, con su pipa ya encendida, intervino:

—¡Qué bien que el presidente Peña facilitara la captura de Hernán! Sin embargo, antes que otra cosa suceda debo manifestar mi solidaridad con el pueblo de México por la tragedia del Puente de la Concordia.

Omar suspiró.

—Faltan cinco años para suplir a la mandataria… ¿crees que yo tenga alguna posibilidad?

—Amigo y colega —replicó Holmes con tono solemne—, no le arranques hojas al calendario. Si tienes dudas, ve a Hidalgo a investigar. Y recuerda lo dicho por su único filósofo - “Güémez”- : Si el perro de adelante no alcanza la liebre, menos el de atrás. Quiero decir: si tú no alcanzas la libre, menos Andy López Beltrán.

Omar sonrió apenas.

Holmes cambió de tema con rapidez.

—Dime, ¿qué sabes de la visita de Paco Rubio a Claudina?

—Verás —respondió Omar—. Al llegar a Palacio Nacional, la presidenta lo recibió bromeando: Usted no es “Rubio”.

—Tampoco su palacio es “Pardo” —contestó Paco, correspondiendo la broma.

Omar explicó que Paco fue enfático al aclarar que la presión no tenía nada que ver con aranceles; porque si así fuera, vendrían emisarios de economía. Nuestra presión es por motivos de la delincuencia.

Holmes lo interrumpió con una sentencia:

—Querido Omar, Hernán no es el líder de “La Barredora”. Hay más probabilidades de que termine en Estados Unidos como testigo protegido a que sea juzgado aquí en México.

El rostro de Harfuchi se tensó.

—Hay preocupación, tengo que reconocerlo. Ayúdame a buscar una coartada que blinde a la presidenta cuando la cuestionen sobre este tema los periodistas en las mañaneras.

—Eso es sencillo —dijo Holmes con rapidez—. Dile que declare, con la mayor seriedad posible:

“Respecto a lo que pueda cantar Hernán no hay preocupación alguna; porque después de oír a nuestro embajador cantar en Noruega, nada puede sonar peor.”

Reímos ambos -los tres- a carcajadas. Yo aproveché para preguntar:

—¿Y cómo explicará Claudina que Hernán se escondiera en un país capitalista, cuando bien pudo pasar desapercibido en Venezuela o Cuba?

Holmes respondió sin titubeos:

—Mira, Hernán fue detenido en una zona residencial. Eso demuestra que no vivía en la justa medianía. Por lo tanto, es inverosímil que sea morenista.

Harfuchi ya no replicó. Se levantó y se despidió en silencio, caminando cabizbajo hacia la puerta.